Circutio fisico-técnico Benjamines

Como Utilizar El Sistema 1-4-3-3 Contra Otras Formaciones

Como Utilizar El Sistema 1-4-3-3 Contra Otras Formaciones

Distintas fases en la organización del 1-4-3-3. 2ª Parte

distintas fases en la organización del 1-4-3-3. 2ª Parte

15 Ejercicios del AC Milan

Ejercicios AC Milan

Carta de un hijo a su padre


Vale la pena leerla:
Querido papá, seguro que esta carta tiene algunas faltas, porque sigo confundiendo 
la ese con la ce y de los acentos nunca me acuerdo, pero sé como se escribe fútbol 
… así que me vas a entender… 

Quiero que sepas que me gusta que me acompañes todos los domingos a los 
partidos y que me lleves a los entrenamientos, que sepas que te siento cerca por 
todas esas cosas que haces por mi. Quiero que sepas que te quiero mucho… 
Pero también quiero que sepas que hay cosas que no hago, porque no se hacerlas, 
no porque no quiera. Porque soy un niño, papá. Por eso me equivoco. Porque soy 
un niño. 
¿Sabes papá? No te enojes, pero… 

No me gusta que me grites desde la grada del campo. 
Me da vergüenza que me digas lo que tengo que hacer delante de mis compañeros. 
No me gusta que mi entrenador escuche tus gritos, él ya me dijo lo que tengo que 
hacer en el partido. 

Tampoco me gusta que le grites al árbitro, él no me hizo nada… y si me hubiera 
hecho algo… no lo insultes en mi nombre, porque yo no lo insultaría. 
Quiero que todos mis compañeros jueguen, incluso los que saben menos que yo. 
No me gusta que te enfades cuando me sacan para que entre otro. Los que entran 
son mis amigos. 

Esto es un juego papá, quiero divertirme. 
¿De verdad tú sabias hacer todo lo que me pides que yo haga ¿ 
¿De verdad tú le pegabas con las dos piernas? 
¿De verdad eras tan buen jugador como me cuentas? 
Yo sé que nunca me mentiste, así que quiero que recuerdes esas mañanas de 
domingo, cuando eras niño y trates de ponerte en mi lugar. 

Yo se que me amas como a nadie, pero a veces tanto cariño lastima, papá. 
Yo no quise fallar el gol. Yo quise marcarlo… pero no supe. 
¿Te acuerdas quien es Ignacio? Mi amigo que hace natación. 
Me contó que los padres no le gritan cuando nadan porque él no puede escuchar 
abajo del agua. Y me contó también que lo que dice el árbitro no se discute, que 
nadie le dice a un árbitro que le esta robando, y me contó que aplauden mucho al 
que llega el último, y que nadie se puede mover del agua hasta que no llega el 
último nadador. 

Y Joaquin –que juega a Rugby- me contó que cuando terminan el segundo tiempo 
empieza el tercer tiempo y se juntan los dos equipos, cantan y festejan. Dice que 
en el primer y segundo tiempo se preparan para ser jugadores de rugby y en el 
“tercer tiempo” para ser “hombres de rugby” y Fede que juega al baloncesto dice 
que… 
No, yo no quiero cambiar de deporte, quiero jugar al fútbol, porque el fútbol es el 
mejor deporte que existe, papá. 

Pero quiero tener el derecho de no ser campeón, el derecho de no tener que salvar 
a mi familia con un pase con el exterior, el derecho a que no me llamen mariquita 
si no devuelvo una patada, el derecho a no ser una futura estrella de televisión, el 
derecho a que no le digan al compañero mujercita porque llora en el partido. 
Todavia somos niños, papá. 

Quiero que recuerdes que nunca me preguntaste que deporte quería practicar…es 
más ni si quiera me preguntaste si quería practicar algún deporte. 
Me regalaste una pelota y una camiseta cuando apenas sabia caminar y diste por 
entendido que me gustaba el fútbol… está bien, no te preocupes, claro que me 
gusta el fútbol, no fallaste papá, es el mejor deporte de todos. 

Pero quiero que sepas que hay mañanas que no tengo ganas de levantarme, que a 
veces estoy cansado, que no me han enseñado a hacer todo lo que saben hacer los 
grandes, no han tenido tiempo de enseñármelo. 
Quiero que sepas que no soy un hombre chiqiuito, soy un niño jugando a un juego 
de niños. 

Y sobre todas las cosas… quiero seguir jugando al fútbol y que estés siempre a mi 
lado para llevarme a los campos, hasta el día en que empiece a llevarte yo. 
Porque a pesar de todo lo que te conté en la carta, el fútbol y tú, sois dos de las 
mejores cosas que me han pasado. 

El Calentamiento ( Objetivos )


OBJETIVOS
Ateniéndonos a estudios realizados y según cita el D. Lamb en su libro “Fisiología del Ejercicio”, se ha demostrado que comenzar una actividad física de una forma brusca, conlleva una disminución de la cantidad de sangre al corazón en los primeros momentos de la actividad, riesgo importante sobre todo para personas no acostumbradas al ejercicio.
Por el contrario, si iniciamos la actividad física mediante un calentamiento, conseguimos que todos nuestros sistemas (cardiocirculatorio, respiratorio, muscular, nervioso) comiencen a trabajar de forma progresiva, sin brusquedades, de tal forma que el corazón aumente sus pulsaciones paulatinamente, favoreciendo con ello un buen flujo de sangre al sistema circulatorio, el cual aportará al sistema muscular el suficiente oxigeno y materias nutritivas como para satisfacer la mayor demanda que le es requerida por haber aumentado la actividad. Así mismo, los músculos van a ir aumentando su temperatura favoreciendo con ello la contracción muscular. De igual manera, el sistema nervioso va adaptándose a un posterior esfuerzo, permitiendo al individuo una mejor concentración, disminuyendo su ansiedad, y preparándolo psicológicamente para ese posterior esfuerzo que ha de realizar.

Si no ofrecemos al organismo la posibilidad de que se acomode al esfuerzo intensificado a que va ser sometido, aparte de las posibles lesiones musculares, podría ocurrir que se presente un cansancio insuperable ya desde el principio de los ejercicios preparatorios o del partido.

Todo esto nos lleva a señalar dos objetivos básicos del calentamiento:
— Evitar el riesgo de lesiones. El calentamiento evitará un gran número de lesiones. Un deportista responsable no se olvida nunca de calentar, y lo hace correctamente, invirtiendo el tiempo necesario, sabe que la falta de calentamiento puede arrastrarle alguna lesión que tire por tierra todo su trabajo, junto con muchas ilusiones.
En el efecto físico, ante todo, “ayuda a la prevención de lesiones en relación a desgarros y traumatismos que con frecuencia se producen en los músculos antagonistas (músculos de acción contraria a su músculo agonista, ejemplo: agonista: bíceps, antagonista: tríceps) cuando sus fibras no están calentadas al no responder a la tracción violenta que les es impuesta por los agonistas que se contraen”, Homola.  Morehouse y Miller declaran que los músculos que con más frecuencia se contracturan o desgarran son los antagonistas por falta de calentamiento adecuado y por falta de fuerza. Estos músculos, estando fríos, se contraen de forma lenta e incompleta, retrasando el movimiento y perjudicando la coordinación, que resulta imprecisa.
— Preparar al individuo física, fisiológica y psicológicamente para un posterior esfuerzo. Vamos por partes:

A nivel fisiológico
Vamos a ver los efectos del calentamiento según cada sistema orgánico:
1.- Sistema respiratorio.
En el calentamiento se abren un mayor número de alvéolos pulmonares posibilitando así un mayor aporte de oxigeno a los capilares sanguíneos y una mejor eliminación del anhídrido carbónico.

2.- Sistema cardiovascular.
Varios estudios han sido realizados para evaluar los efectos del ejercicio preliminar sobre la respuesta cardiovascular al ejercicio vigoroso repentino. Los resultados proporcionan un marco fisiológico diferente para justificar el calentamiento que es importante para los implicados en programas de mantenimiento para adultos y rehabilitación cardiaca, además de ocupaciones y deportes que requieren una explosión repentina de ejercicio de alta intensidad.
Aunque es probablemente una práctica prudente realizar un calentamiento antes de un ejercicio vigoroso para todas las personas, es más importante para los que tienen problemas cardíacos que limitan la provisión de oxígeno al corazón. Un ejercicio previo breve probablemente proporciona una presión sanguínea y ajuste hormonal más apropiados al inicio del ejercicio vigoroso subsiguiente. Este calentamiento serviría para dos propósitos: (1) reducir la carga de trabajo cardíaco y así las necesidades de oxígeno del miocardio, y (2) proporcionar un flujo sanguíneo coronario adecuado en el ejercicio repentino de alta intensidad.
El calentamiento aumenta la frecuencia cardiaca (latidos del corazón por minuto) causando una mayor afluencia de sangre por todo el cuerpo. Asimismo se abren mayor número de capilares en los músculos con lo cual se les aporta una mayor cantidad de oxigeno y de otros productos metabólicos necesarios para su buen funcionamiento, y se facilita el transporte y eliminación de otros productos de deshecho que dificultarían el trabajo muscular (ácido láctico).
  • Aumento del riego sanguíneo a los músculos gracias a la vasodilatación.
  • Aumento de la frecuencia cardiaca.
  • Mejora de la absorción de oxígeno por la hemoglobina.
3.- Sistema locomotor (músculos y articulaciones).
a) Sobre los músculos. En el calentamiento, mediante ligeras contracciones y posteriores elongaciones musculares preparamos a los músculos para soportar la intensidad del trabajo a realizar. Un músculo que se ha contraído y estirado varias veces durante el calentamiento se contrae con mayor velocidad, potencia y eficacia que otro no calentado previamente.
Asimismo ayuda a la coordinación neuromuscular preparando al deportista para realizar un gesto técnico específico.
Los músculos estando fríos se contraen de forma lenta e incompleta, retrasando el movimiento y perjudicando la coordinación que resulta imprecisa.
Un músculo no calentado está más expuesto a lesiones como los desgarros o tirones musculares y a las contracturas tan temidas por los deportistas.
  • Reducción de la viscosidad muscular, por lo que mejora la contracción—relajación muscular.
  • Mejora de la elasticidad de los músculos y tendones.
  • Aumento de la temperatura corporal, lo que acelera el metabolismo y permite que el organismo utilice más eficazmente los substratos fundamentales para la producción de la energía que requiere la actividad física intensa. La temperatura interna del músculo aumenta en uno o dos grados, favoreciendo los objetivos de tipo fisiológico que esperábamos (fundamentalmente aumento de la velocidad y fuerza de la contracción muscular).
b) Sobre las articulaciones. Los movimientos articulares realizados progresivamente y sin cargas que los dificulten, acondicionan los ligamentos y las cápsulas articulares preparándoles para posteriores movimientos de mayor velocidad y en los que se haya de soportar mayor resistencia.
El no calentar debidamente las articulaciones provoca con frecuencia distensiones e incluso esguinces que requieren una larga etapa de recuperación.

Si en los momentos que preceden al comienzo de un partido, el jugador realiza carreras y ejercicios gimnásticos, su ritmo respiratorio se incrementa y como consecuencia de ello llegará la sangre una mayor cantidad de oxígeno. Al mismo tiempo, el aumento del ritmo cardiaco aumentará la cantidad de oxígeno que la sangre aporta a los órganos de la locomoción. Y esto es de suma importancia pues mientras mayor sea el suministro de sangre a los músculos de las piernas del futbolista, más fácilmente pueden evitarse daños, distensiones o desgarros musculares como consecuencia de movimientos bruscos, repentinos, rápidos e inesperados.

A nivel nervioso
Morehouse y Rash consideran que una repetición del gesto antes de la competición fija la naturaleza exacta de la tarea inmediata en el sistema de coordinación neuromuscular. El calentamiento prepara mejor al deportista para realizar una determinada habilidad motriz (gesto técnico específico).
  • Facilita la coordinación neuromuscular entre los músculos agonistas y antagonistas.      
  • Facilita la transmisión del impulso nervioso y eleva el umbral de sensibilidad        de los receptores neuromusculares.
  • Disminuye el tiempo de latencia (tiempo transcurrido entre la llegada del estímulo nervioso y la respuesta muscular), lo que mejora la velocidad de reacción.
A nivel psicológico
Psicológicamente el calentamiento ayuda a que el estado de ansiedad del deportista nervioso sea menor, por estar entretenido, o que ese estado de ansiedad sea mayor en el deportista demasiado relajado.
  • Liberación de la angustia precompetitiva.
  • Mejora de las capacidades volitivas: concentración, motivación, autoconfianza, espíritu de sacrificio, etc.
  • Entrenamiento mental: la visualización o evocación de los elementos técnicos y tácticos provocan un aumento del tono de la musculatura implicada en el movimiento
Los competidores de todos los niveles a menudo consideran que alguna actividad previa les prepara mentalmente para su prueba, para que su concentración y «psique» lleguen a centrarse claramente en la actuación inminente. Alguna evidencia apoya la afirmación de que un calentamiento específico relacionado con la misma actividad mejora la destreza y coordinación necesarias. Por consiguiente, los deportes que requieren precisión, coordinación temporal, y movimientos precisos se benefician generalmente de algún tipo de práctica preliminar específica.
También existe la noción de que el ejercicio previo, especialmente antes de un esfuerzo vigoroso, gradualmente prepara la persona para «lanzarse al máximo» sin temer lesiones ¿Empezaría cualquier atleta una competición sin primero participar en alguna forma, intensidad o duración particular de calentamiento? Aunque en la mayoría de los casos la respuesta es un «no» rotundo, sería casi imposible diseñar un experimento con atletas de élite para resolver si el calentamiento es realmente necesario y, de hecho, si mejora el rendimiento subsiguiente.
Por último, el calentamiento también debe buscar, a nivel psicológico, una máxima concentración en el trabajo que se va a realizar, superando los clásicos estados de ansiedad propios de las actividades físicas de competición.

Los efectos sobre el rendimiento
Existe poca evidencia concreta de que el calentamiento de por sí afecta directamente el rendimiento físico subsiguiente. Esto no quiere decir que el calentamiento no es importante para tal propósito. Mejor dicho, sencillamente existe poca justificación de los estudios de laboratorio para apoyar tales prácticas. Sin embargo, a causa del fuerte componente psicológico y beneficios físicos posibles del calentamiento, recomendamos que tales procedimientos deban continuarse sean pasivos (masaje, aplicaciones de calor y diatermia), generales (calisténicos, «jogging»), o específicos (prácticas del movimiento real). Hasta que haya evidencia sustancial que justifique su eliminación, un breve calentamiento es ciertamente una manera cómoda de llegar a un ejercicio más vigoroso. El calentamiento debería ser gradual y suficiente para aumentar la temperatura muscular y corporal sin causar fatiga o reducir los almacenes de energía. Esta consideración es altamente individualizada; un calentamiento adecuado en términos de intensidad y duración para un nadador olímpico agotaría totalmente al nadador recreativo medio. Para cosechar los beneficios posibles de la mayor temperatura corporal, la prueba o actividad misma debería empezar dentro de varios minutos después de terminar el calentamiento. Al calentar, los músculos específicos deberían utilizarse de manera que simulen la actividad anticipada y ocasionen una amplia gama de movimientos articulares. Sin embargo, debería tenerse en cuenta que una persona sana en forma física óptima que ha estado compitiendo regularmente, probablemente no tendría ninguna desventaja, en cuanto al rendimiento, ni es más probable que sufriese una lesión si participase directamente sin algún ejercicio previo.

En resumen:
Sobre una base puramente fisiológica, existen seis mecanismos posibles mediante los cuales el calentamiento debería mejorar el rendimiento debido a aumentos subsiguientes en el flujo sanguíneo y la temperatura muscular e interna:
  1. una velocidad aumentada de contracción y relajación de los músculos;
  2. una mayor eficiencia mecánica a causa de una resistencia viscosa menor dentro de los músculos;
  3. una utilización facilitada del oxígeno por los músculos porque la hemoglobina libera el oxígeno más fácilmente a una temperatura más alta;
  4. el efecto de la temperatura sobre la mioglobina similar al de la hemoglobina;
  5. la transmisión nerviosa y el metabolismo muscular facilitados con las temperaturas más altas; un calentamiento específico puede también facilitar el reclutamiento de las unidades motrices requeridas en la actividad máxima subsiguiente; y
  6. un mayor riego sanguíneo por los tejidos activos al dilatarse el lecho vascular local con las temperaturas musculares más altas.

El Calentamiento (Definición)


DEFINICIÓN
“Todos conocemos la pereza que se experimenta al entrar en movimiento después de un prolongado descanso. Recién levantados de la cama, apenas somos capaces de cerrar una mano, y si intentamos apretar con fuerza, nos sentimos impotentes. La musculatura está «dormida» después del estado de vigilia, nuestro corazón late al mínimo de pulsaciones por minuto, todos nuestros órganos han estado trabajando al mínimo durante el descanso; en consecuencia, difícilmente nos podemos poner en movimiento sin realizar previamente algún tipo de actividad. En un estado general de apatía y desgana, que normalmente sigue al descanso prolongado, difícilmente se puede correr y saltar. Al igual sucede después de un viaje largo, donde nuestros músculos han estado inactivos. Para entrar en movimiento tendríamos que vencer una serie de impedimentos que nos mantienen sin la suficiente tensión muscular. Esto solamente puede conseguirse mediante un calentamiento previo adecuado.» (J. P. Mortensen).
Cuando nos planteamos jugar un partido de baloncesto, correr cinco kilómetros o realizar cualquier esfuerzo físico, debemos poner en marcha nuestro organismo de una forma progresiva. Del mismo modo que cuando nos disponemos a utilizar el coche por la mañana o después de unas horas de inactividad, comenzamos su andadura lentamente dejando que la aguja de la temperatura vaya subiendo lentamente. Nunca debemos comenzar una actividad física de una forma brusca ya que ello sería perjudicial para nuestra “maquinaria”.
El calentamiento constituye la parte inicial, el preludio de toda competición y de todo entrenamiento.

¿Qué es?
Podemos definirlo, como la puesta en marcha del organismo para efectuar un trabajo de mayor intensidad.
O dicho de una manera más desarrollada. El calentamiento es el conjunto de actividades o de ejercicios preliminares, de carácter general primero y luego específico, que se realizan previa a toda actividad física cuya exigencia del esfuerzo sea superior a la normal, con el fin de poner en marcha todos los órganos del deportista y disponerle para un máximo rendimiento.
El calentamiento no es por tanto una serie de ejercicios que se realizan desorganizadamente y de una manera mecánica. Cada persona tiene su punto ideal de calentamiento y éste ha de ser por tanto metódico, severo y calculado en el que hay que concentrarse tanto o más que en la competición.
Realizar algún tipo de actividad física o calentamiento antes de un ejercicio vigoroso está aceptado generalmente como un procedimiento válido por entrenadores, preparadores y atletas a todos los niveles de la competición. La creencia fundamental es que este ejercicio preliminar ayuda al deportista a prepararse fisiológica o psicológicamente para una prueba y puede reducir las posibilidades de sufrir una lesión articular o muscular.
Modernamente, tanto entrenadores como deportistas buscan en la mejor selección de los medios de preparación una mejora del rendimiento. Lógicamente, el calentamiento, factor inicial de toda actividad física, no podía quedarse sin un estudio detallado de las controversias sobre el mismo, de su necesidad, de sus efectos, forma de ejecución, etc., puntos todos ellos que iremos analizando.

Propiocepcion en el futbol

PROPIOCEPCION DE RODILLAS Y TOBILLOS

La propiocepcion en el futbol, consiste en sensibilizar, potenciar y preparar las zonas musculares, tendinosas, oseas y articulares mas proclives a dañarse.

Estos daños suelen darse por excesos de carga durante un partido o entrenamiento de futbol. En el fútbol al ser un deporte de contacto tendremos lesiones que surgen de los choques o de las patadas; estas lesiones pueden afectar a cualquier región anatómica, pero fundamentalmente a la extremidad inferior (rodilla, pierna y tobillo), pudiendo afectar a tejidos blandos (músculos, ligamentos, meniscos) o a hueso.
Prevenir las lesiones con buenos estiramientos, buen tono muscular en Abdomen, oblicuos y lumbares, equilibrio ente Cuadriceps e Isquio, propiocepcion de tobillos rodillas y pierna, evitar la fatiga y una buena alimentacion

Se trata de introducir estos ejercicios mediante el calentamiento, o en juegos entre ejercicios.
1. desestabilizaciones suelo a distintos apoyos (con y sin balon)
2. desestabilizaciones aire
3. contactos oponente (con y sin balon).
4. idem anteriores pero con ojos cerrados
5. saltos y caidas desequilibradas
6. frenadas en desequilibrio
7. golpeos en posiciones forzadas
8. motricidad 8saltos, giros, aceleraciones...) con ojos cerrados

conclusión : situaciones desequilibradas e inestables , pero el jugador siempre debe ser consciente del movimiento y el control del mismo.


Recomendaciones para el trabajo propioceptivo (Lorza, 1998)
1. Identificar el grupo muscular diana.
2. Desfocalizar la atención sobre la patología.
3. Reproducción de la lesión.
4. Solicitación clara (explícita o implícita).
5. Para ejercer fuerza es necesario un punto de apoyo proporcional.
6. La aplicación de la fuerza: lenta y progresiva (reacción estática); rápida y súbita (reacción dinámica).
7. La retirada de la resistencia: lenta y progresiva (reacción postural estática – relajación agonista); rápida y súbita (reacción muscular rápida agonista-antagonista).
8. La localización de la fuerza aplicada: muy cerca (f lado contrario-mismo lado; actividad m. estática); alejada (f mismo lado; reacción m dinámica).
9. Poner al sujeto en situaciones límites.

El Chelsea de Mourinho

ChelseaMourinho

Ejemplo Ficha de Ejercicios

FICHA DE EJERCICIOS

Situaciones de Entrenamiento Para La Mejora Del Orden Defensivo

Situaciones de Entrenamiento Para La Mejora Del Orden Defensivo

Tipos de Coordinación

    Coordinación Global: Primera fase del proceso de aprendizaje motor, donde se forman las estructuras básicas de un movimiento. Donde la fuerza, ritmo, fluidez y volumen de este son incorrectos e inadecuados.
    Coordinación Fina: Segunda fase del proceso del aprendizaje motor donde la fuerza, fluidez, y volumen son precisos y armónicos.
    Coordinación estática: Es el equilibrio entre la acción de los grupos musculares antagonistas, la cual se establece en función del tono y permite la conservación voluntaria de las actitudes.
    Coordinación Dinámica: Es la puesta en acción simultanea de grupos musculares diferentes en vista a la ejecución de movimientos voluntarios mas o menos complejos.
    Coordinación Dinámica especifica: Ajuste corporal que se realiza frente a demandas motrices que exigen el uso particular de algún segmento.
    Coordinación Dinámica general: Acción donde intervienen gran cantidad de segmentos musculares ya sea extremidad superior, inferior o ambas a la vez. Este se basa en el movimiento con desplazamiento corporal en uno o ambos sentidos y que pueden ser rápidos o lentos.
    Coordinación Viso-motriz: Tipo de coordinación que se da en un movimiento manual o corporal, que responde a un estimulo visual y que se adecua positivamente a el. (Coordinación óculo manual y Coordinación óculo pie)
    Coordinación Dinámico Manual: Corresponde al movimiento bimanual que se efectúa con precisión, sobre la base de una impresión visual.

Principio Educativo IV

Generar momentos de felicidad durante el juego:





La felicidad no se puede comprar. Una de las mayores carencias del sistema educativo en nuestro país es que el currículum de las diferentes etapas se modifica periódicamente, se incorporan nuevas materias, se suprimen otras, con la finalidad de preparar mejor a nuestros alumnos; sin embargo, ninguna de estas leyes de educación incorporan la más importante de todas las asignaturas para cualquier chaval: aprender a ser feliz.




Nosotros como educadores futbolísticos no podemos pretender asumir solos esta responsabilidad, sin embargo sí debemos hacer frente a una responsabilidad: no romper la felicidad de los chavales. Afortunadamente para nosotros, éstos no necesitan grandes sumas de dinero para disfrutar de un momento, ni tan siquiera piden recursos imposibles: sólo tiempo y cariño. Justo lo que podemos ofrecerles nosotros. Disponemos de tiempo cada semana y el cariño hacia los demás no nos cuesta nada. ¿Cómo se divierten nuestros hijos? ¿Cuántas veces viéndoles, con un viejo juguete en un rincón de la casa, ha sentido que eran felices?




Pero no nos engañemos. No todos los jugadores que tenemos en nuestro equipo tienen la fortuna de vivir en un entorno feliz. Cada vez con mayor frecuencia nos encontramos con chavales que a su corta edad ya sufren las consecuencias de familias desectructuradas, maltratos, ... Y no en pocas ocasiones, el compartir una actividad deportiva, en este caso el fútbol, es su única vía de escape ante tales problemas.




Como educadores somos forjadores de sueños. Uno de los aspectos que se me antoja fundamental en la educación, futbolística o no, de los chavales es el rol de modelo que ejercemos como formadores: para ellos somos un espejo. Incluso en las edades iniciales ni tan siquiera debemos esforzarnos por ganarnos su fidelidad. Quizás llegados a este punto usted se pregunte: ¿Y con esto qué? Pues sencillamente que es muy difícil compartir sueños de felicidad con nuestros jóvenes jugadores si cuando saltamos al campo de entrenamiento arrastramos nuestros problemas personales, nuestro estrés laboral o nuestro desencanto con el mundo. Recuerde: para ayudar a que los chavales disfruten y sean felices jugando al fútbol, usted debe serlotambién.




Tratando de trasladar ese enfoque teórico a la práctica semanal de nuestros entrenamientos y partidos, hay tres cuestiones en las cuales creo que los educadores futbolísticos tenemos mucho margen de maniobra:




- Enseñar a nuestros jóvenes jugadores a disfrutar de los pequeños detalles: en cada momento del juego se producen situaciones únicas que merecen nuestra atención. Debemos educarles para que disfruten de cada pase de gol que creen, de cada robo de balón que consigan, de cada engaño (futbolístico) que cometan, de cada aplauso que oigan...


Enseñar a compartir lo mejor de sí mismos con los demás: aunque en esta sociedad actual está de moda "tener", debemos enseñar a nuestros jugadores que lo verdaderamente importante para ser feliz es el "ser": ser amado, ser apreciado, ser valorado, ser querido, ser ... Es fundamental para la buena dirección de un equipo que entre sus jugadores prevalezca el deseo de compartir: alegrías por el trabajo bien hecho, miedos ante las dificultades de la competición, ilusiones ante nuevos desafíos, ilusión por llegar para los más jóvenes, incluso porqué no el propio talento... Y me sabrá perdonar la insistencia pero creo que es necesario: todo esto pasa por ser nosotros modelos/espejos: seamos maestros en el compartir, manejando una comunicación franca con los jugadores, discutiendo con ellos decisiones del grupo, ...


- Enseñar a valorarse a uno mismo: como educadores futbolísticos no debemos olvidar que trabajamos con niños y adolescentes. La adolescencia es una compleja etapa en la cual se va forjando entre otras cosas la personalidad del sujeto: es la etapa de las grandes dudas tanto a nivel de aceptación de uno mismo como ante el enorme abanico de opciones que se le presentan; en esa incertidumbre, muchos jóvenes son incapaces de valorar sus propias cualidades, entrando en su espiral de insatisfacción personal y sensación de fracaso consigo mismo, con la familia, con los amigos. Dentro del contexto futbolístico es fundamental reflexionar con los jugadores sobre aquellos aspectos que constituyen sus puntos fuertes, sus valores, sus virtudes...

El método Mourinho (Artículo Diario AS)


Os dejo aquí un artículo del Diario AS , que a mi parecer , es de lo más interesante que se ha publicado de Mourinho a día de hoy en un periódico español.





Patrón de juego. Mourinho empieza a entrenar el sistema de juego desde el primer día. El martes, que fue la primera sesión, hubo horas de entrenamiento entre mañana y tarde, y siempre con balón. Es un periodo importante para preparar al equipo en función del modelo de juego deseado y una fase sin competiciones oficiales, situación que permite un tiempo de experimentación, ajustes y reajustes. Para defender hay que tener la pelota y para defender sin ella hay que crear unos mecanismos de vasculación. Los ejercicios de entrenamiento no duran más de 15 minutos, con intervalos de descanso entre uno y tres minutos, y son de una intensidad del 120 por cien.
Dos campos. Mourinho toma la voz cantante en las sesiones, pero divide el trabajo en dos campos. Ya sea en ejercicios de defensa o en ataque, el técnico portugués habla y gesticula continuamente. Explica un ejercicio y deja a cargo de la supervisión a Karanka o Rui Faría. Mientras, en el otro campo, José Morais explica otro tipo de ejercicios para el resto de jugadores. Mourinho no desvela sus cartas. Mezcla en las formaciones siempre a un supuesto titular por línea y otro supuesto suplente. No se ven equipos descompensados. E incluso, a diferencia de otros entrenadores, los chavales de la cantera tienen un papel activo en los entrenamientos.
Inferioridad numérica. En el sistema que usa estos días en UCLA, el 4-2-3-1, Cristiano, Callejón y Jesé encajan a la perfección (aunque también utiliza la variante 4-3-3). Quiere que la línea de tres ofrezca trabajo de presión cuando el equipo no tenga la pelota y velocidad para salir a la contra. Cristiano y Callejón cumplen a la perfección la misión que les encomienda Mourinho. Son los comodines, porque Mourinho dispone, por ejemplo, dos equipos de ocho y estos tres jugadores llevan peto. Cuando el equipo A o B tiene la posesión de la pelota, el otro conjunto tiene que defender en inferioridad. Por ejemplo, cuando el equipo formado por Ramos, Pepe, Albiol, Marcelo; Granero, Khedira; Özil y Joselu tiene la pelota, entonces se incorporan con ellos Cristiano, Callejón y Jesé. Así, el otro equipo, Arbeloa, Varane, Carvalho, Nacho; Xabi, Coentrao; Kaká y Benzema le toca defender en inferioridad numérica.
Físico. Para Mourinho, la manifestación regular de la organización de juego del equipo es el gran indicador de la forma deportiva. La forma no es física, sino es mucho más que eso. Lo físico es lo menos importante en la globalidad deportiva. Rui Faría no aísla nunca el trabajo físico del futbolístico. Ni en los calentamientos se dan vueltas corriendo alrededor del campo sin balón.
Carga de trabajo.Mourinho se preocupa por mantener una regularidad semanal en cuanto a la alternancia de los diferentes patrones de desempeño-recuperación. No es posible biológicamente mantener ininterrumpidamente el organismo esforzándose en el mismo registro. Reduce las cargas de trabajo, pero sin empobrecer los ejercicios.
Influencia. El técnico quiere quitar presión a jóvenes como Varane. En ocho sesiones de entrenamiento ha formado pareja en el centro de la defensa con Carvalho, Pepe y, puntualmente, con Albiol. El francés se entrena casi siempre junto al ex del Chelsea. Carvalho conoce bien el método Mourinho y posee la experiencia necesaria para aconsejar a este jugador de 18 años. Asimismo, Coentrao, que despuntó en el Benfica de lateral izquierdo, no es utilizado por Mourinho en ese puesto. Incluso, ha puesto a Karanka en esa posición antes que a él. El portugués se entrena como mediocentro, junto a Xabi Alonso, Granero o Khedira.

Principio Educativo III

Concebir el error como un principio de mejora:

Nuestros jóvenes jugadores viven rodeados de errores. A estas edades el fracaso escolar se ha convertido en uno de los principales indicadores de preocupación en nuestro país. Igual que el consumo de alcohol o la introducción en el mundo de las drogas.

En todos estos casos, nuestros jugadores conocen de primera mano amigos, compañeros e incluso, por qué no, familiares que han cometido errores en esos terrenos. 
No malgastemos energías tratando de erradicar el error dentro del proceso de formación personal y deportivo del chaval: el error tiene su rol en ese proceso y nuestra tarea como educadores es darle herramientas para prevenirlo y en caso de que haya ocurrido capacidad de análisis y corrección.
Jugar es equivocarse (sólo que para ganar hay que hacerlo el menor número de veces). Sin margen para el error, el fútbol no existiría. Aceptemos de una vez por todasque los jugadores, en especial en edades de formación, necesitan cometer errores: en los entrenamientos, en los partidos, en su relación con los demás,... Debemosclarificar de antemano cuál es nuestra postura frente al error; eso es vital para que nuestros jugadores, chavales en formación, afronten con confianza y sin miedo los diferentes retos propuestos por el juego. De igual forma, nuestra primera misión como educadores es clarificar qué grado de aceptación tenemos frente al error, como si el jugador nos preguntara: "si me equivoco durante el juego, ¿qué me va a ocurrir?".
La mejora sigue al error. No es suficiente con dejar clara nuestra aceptación del error. Hay una segunda cuestión fundamental: la exigencia de mejora ante el error. Aceptar el error en ningún caso supone renunciar a que el jugador progrese en su comprensión y dominio del juego: es más, el nivel de exigencia se incrementará conforme el chaval complete las diferentes etapas evolutivas, tanto personales como futbolísticas. Como educadores debemos mantener viva esta exigencia de mejora poniendo énfasis en:
1. Otorgar dosis de responsabilidad a los jugadores de su propio proceso de aprendizaje y mejora, de manera que ellos sean protagonistas activos de sus aciertos y errores.
2. Crear situaciones de juego cuyo nivel de dificultad sea asumible para el jugador, de manera que no decaiga su interés por aprender y mejorar.

Como en cualquier otro proceso vital, ante el error hay dos cuestiones importantes por parte del educador: la 
capacidad para identificar sus causas y la habilidad de comunicación con el jugador, ambas con el objetivo de erradicar el error. Este es uno de los puntos fundamentales en el proceso de enseñanza, futbolístico o no: la corrección del error.

Es suficiente con asistir como espectador a cualquiera de los partidos del fin de semana para ver in situ las correcciones durante los partidos a niños de 7, 8, 9, 10 y demás edades, ¡mal!, ¡así no!, ¡pero qué te he dicho!, ¿¡qué estás haciendo!?, ¡dale bien! ... y tantas otras que vendrían al caso. Con ello sólo juzgamos al chaval, informándole de algo que seguramente el propio jugador ya conoce (son niños o adolescentes, pero no tontos): su decisión, su acción o su gesto no han sido eficaces. Pero 
lo que necesita el joven jugador es conocer el ¿por qué?, ¿por qué ese movimiento es incorrecto?, ¿por qué no se percató del rival?, ¿por qué ...?

No son pocos los educadores que olvidan esta cuestión al tratar la correción de los errores de sus jugadores. 
Apreciar el error de un jugador es una tarea suficientemente sencilla para cualquier educador; no tanto conocer las causas que lo provocan (y esto explica quizás el porqué del déficit de mejora en las correcciones a los jóvenes jugadores). Una aportación muy interesante sobre las causas de los errores en los jugadores la ofrece el profesor Xesco Espar y la resumimos en el siguiente cuadro:






Para llegar a la completa comprensión del juego, especialmente importante es la correción de los errores en el proceso de percepción y análisis de la situación de juego, ya que si se cometen errores en estos, difícilmente las soluciones mentales planteadas así como su ejecución motriz-gestual serán eficaces para resolver el problema planteado.


Otra aportación que nos resulta de gran utilidad a todos aquellos que desarrollamos nuestra labor educativa en el marco de la formación futbolística nos la ofrece Francisco Kovacs:


"Un niño normal explora constantemente su entorno. También en el campo de fútbol.Una formación correcta garantiza que esa exploración en presencia de un profesor sea exitosa. Por eso el formador a parte de impartir con un estilo de enseñanza estimulante debe disponer de suficientes juegos a la media del chaval como para que el alumno se divierta constantemente y además reciba los estímulos necesarios para el desarrollo óptimo de sus capacidades cerebrales. [...] Un cerebro bien desarrollado, en el que se ha establecido el mayor número posible de conexiones, es capaz de relacionar mejor, más rápido y mayor número de conceptos entre sí, puede analizar más rápida y profundamente la realidad que le rodea al jugador, imaginar y encontrar más y mejores soluciones ante un mismo problema que surge en el juego y ponderar mejor cada una de las opciones antes de adoptar una decisión final sobre qué hacer, cómo, cuándo y en qué lugar hacerlo".

Principio Educativo II

Estimular la capacidad de tomar decisiones:

La vida humana es un cúmulo incesante de decisiones, no todas afortunadamente de igual calado. 
El chaval que forma parte de nuestro equipo debe aprender a tomar decisiones que moldearán su propio futuro personal y profesional. En los primeros años de nuestras vidas el grado de autonomía de decisión es nulo, pero éste va gradualmente ampliándose conforme se van cumpliendo etapas de la construcción de la persona.

Tener la capacidad de percibir y disgregar la ingente información que circula a nuestro alrededor, tener la capacidad de análisis, actuar ante las diferentes vicisitudes de la vida, es uno de los aspectos que nos caracteriza como adultos.

¿Y el fútbol qué? Tenemos una serie de evidencias que nos permiten definir cuál es el patrón de actuación del jugador durante el partido. Subrayaremos dos aspectos esenciales:
1. Reducido número de intervenciones directas sobre el balón (una media de 45 - 50 por partido y jugador).
2. Reducido tiempo de posesión del balón (con una media que oscila entre 90 - 120 segundos por jugador/partido y una media de duración de cada una de las acciones con balón no superior a los dos segundos).

Si un jugador sólo maneja -ejecuta- un máximo de dos minutos acciones con el balón, ¿qué hace el resto del tiempo? 
Su participación en el juego se fundamenta básicamente en observar/percibir información para posteriormente -en un intervalo minúsculo de tiempo- tomar una decisión, relacionada o no con el balón, y plasmarla en un actor motor. He aquí la importancia del "trabajo cognitivo" del jugador, ya que de él depende en gran medida su participación eficaz en el juego.

Trasladando esta reflexión teórica a la práctica real de campo, como educadores debemos:
1. Enseñar a discriminar los estímulos: cuanto mejor conozca el joven jugador los principios básicos del juego, con mayor rapidez y precisión fijará su atención en los elementos relevantes del juego.
2. Estimular la velocidad mental de decisión: a partir de una variedad y riqueza de situaciones diferentes, la resolución de las cuales van a reportar una amplia base de datos en la memoria del chaval. Es fundamental que el feed-back generado por este bucle (percepción-análisis-decisión-acción-memorización resultado) permita al joven jugador aumentar la rapidez de sus decisiones hasta llegar al punto de anticiparse al juego y prever la siguiente acción.
3. Dejar que el joven jugador sea protagonista activo en el desarrollo del juego:nuestra principal tarea como educadores es la de plantear situaciones-problema para que el jugador las resuelva. El protagonista durante el juego debe ser él no nosotros. El joven jugador debe resolver y para ello debe aprender a decidir, aunque eso suponga equivocarse.